El Molino de Márquez
El actual Museo Etnológico del Aceite se asienta sobre el “Molino de Márquez”, también conocido como “Molino de Don Carmelo”, por ser su último propietario antes de pasar al Ayuntamiento y convertirse en museo. Fue construido hacia 1805 por Tomás Márquez Jarillo, un vecino originario de Encinasola (Huelva) que decidió asentarse en el municipio. Tras comprar y también plantar diversos olivares pensó en construir un molino para realizar la molienda de la aceituna y obtener aceite. La maquinaria la adquirió en Sevilla, mientras que la piedra, el rulo y el alfarje fueron transportados en su yunta de bueis campo a través desde las minas de la localidad onubense de Cala. Esta infraestructura supuso un importante beneficio para los vecinos, siendo muchos los molineros que pasaron por él. Estuvo funcionando hasta la década de 1960, dejando de hacerlo víctima, entre otras cosas, del éxodo rural.
La remodelación integral del mismo para convertirse en Museo se produjo a principios del siglo XXI, ya que se encontraba en un estado de deterioro importante. Se trata de uno de los primeros de estas características en la provincia de Huelva, vinculado con el denominado oleoturismo. La iniciativa ha permitido recuperar este patrimonio agroindustrial y etnográfico y ponerlo en valor turísticamente. Fue inaugurado en 2008, contando entre otros con la presencia de buena parte de los nietos de su original propietario. En él se conserva la maquinaria y diversos aperos y utensilios de la época: torva, alfarje, piedra de molar, motor, cuadro general eléctrico originario, batidora, prensas, depósitos de aceite, tinajas, capachos, cántaras. Vecinos y visitantes pueden conocer hoy el funcionamiento del mismo, recatando y conservando así parte de la cultura de olivarera local.
El emplazamiento del molino junto a La Laguna no es casual. El producto obtenido de las aceitunas una vez molidas, pasadas por la batidora y prensadas era acumulado en grandes depósitos situados en el suelo. A través de unas canalizaciones se añadía agua, procedente de La Laguna, para que por un proceso natural el aceite ascendiera y quedaran abajo las impurezas, trasladándose luego a unas tinajas. Asimismo los utensilios del molino eran lavados en su interior y el agua se encauzaba luego mediante unas canalizaciones que conectaban con la Calleja del Agua.
Precisamente en la Calleja del Agua se localizan otros 2 molinos: el Molino de Tío Antón, también de aceite; y el Molino de Rodezno, dedicado a obtener harina.
Plan de Promoción Turistica de Mancomunidad Sierra Minera
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