
La gastronomía local no podía faltar en el XX EJIP. Así, en el catering que organizamos en el Museo Etnológico del Aceite tras el acto de inauguración todos eran productos de la zona. Igualmente en los diversos descansos entre actividades ofrecimos café con dulces típicos del pueblo, hechos de manera tradicional por varias vecinas cañeteras: Carmen hizo lazos, María José roscos y Reme, nuestra Concejala de Cultura y Festejos, magdalenas y canutos. Por su parte, los almuerzos y cenas tuvieron lugar en el Bar San Sebastián, y los desayunos en el Bar La Esquinita, ofreciendo ambos negocios productos de la zona. Los congresistas también han realizado compras de productos de la comarca en otros establecimientos de la localidad. De esta manera la economía local se ha visto beneficiada directa o indirectamente por el congreso, incluyendo también el alquiler de diversas viviendas en el pueblo.